A la hora de establecer medidas para cumplir nuestro objetivo de garantizar la entrega de nuestro producto al cliente final, el uso de la creatividad en la aplicación de controles, se vuelve indispensable. Ubica en tu mente la imagen de un cliente abriendo la caja en la cual debe de recibir la computadora que le vendiste (y según tú le enviaste) y lo que encuentra al abrir la caja es un ladrillo… literal. Después del disgusto de darnos cuenta de que hemos sido víctimas de un robo en nuestro proceso de almacenaje y despacho, comienza la indagación. Previo envío de Otra computadora al cliente.
Si tuviéramos la tecnología que nos permita brindarle la seguridad a todo aquel involucrado, de que es factible detectar alguna violación en el proceso de compra – venta – distribución, pudiéramos minimizar las posibilidades de robo y posible recuperación y; por el otro lado, darle también la confianza a personas honradas y trabajadoras de que no serán sujetas de suspicacias a la hora de sacar las cuentas y encontrar al responsable que ahora está estrenando computadora ajena.
Estas medidas variarán de acuerdo con el tamaño de la empresa, volúmenes de ventas, proceso de distribución, dimensiones del producto, embalaje y otros factores. Las opciones en el mercado varían y que no tienen que ser costosas. En estas como en todas las decisiones a tomar en nuestra empresa, hemos de analizar el costo vs beneficio.