En el vertiginoso entorno empresarial actual, la constante búsqueda de eficiencia y reducción de costos ha llevado a explorar nuevas estrategias. La inversión desde cero puede ser costosa; en este contexto, la compatibilidad de sistemas se erige como una alternativa atractiva.
La clave está en lograr una integración tecnológica que optimice los sistemas existentes, facilitando la adopción de soluciones innovadoras de manera armoniosa. Al abordar este desafío, se optimizan procesos internos y se establece un puente efectivo hacia la innovación continua.